Mi vida cambio por completo cuando en lugar de quererme delgada, comencé a quererme saludable. En mi primera publicación les conté un poco de mi vida, ahora quiero contarles cómo nace Me Quiero Saludable.
Hace muchos años lo daba todo por tener un cuerpo como el que a todas nos venden, pasaba contando calorías y me mataba en el gimnasio para tener cierto tono muscular, pero sobre todo y siendo honesta, para mantenerme delgada y librarme de esa grasita . Llegué a encasillar la comida como buena o mala en función de sus calorías, eso se tradujo en una alimentación llena de productos etiquetados como “light”, “0% azúcar” y “0% grasa” , no importaba de qué estuvieran hechos, lo que me importaba era poder comer sin que eso afectara mi peso y % de grasa. Barritas, cereales, leche, coca cola, helados, yogurt, embutidos, quesos, panes ¡Todo lo que se puedan imaginar! si tenía alguna de esas etiquetas era parte de mi alimentación.
A las frutas les agarré un miedo terrible! Sobre todo al banano y a la papaya. También me alejé de la avena, del aguacate, del camote, de la papa y del arroz. Llegué al punto en el que solo desayunaba huevo y comía lo mismo todos los días porque había encontrado mi fórmula para mantenerme en un lugar donde estaba cómoda. Entre semana estaba en mi régimen estricto y los fines de semana me daba ese permiso de pecar. Lo irónico es que ese permiso no aplicó nunca para comerme en paz el bendito aguacate o la avena que me estaba deseando, sino para los cócteles de fiesta y la comida chatarra. En todo ese tiempo y a pesar de los cambios físicos que logré, nunca me sentí satisfecha ni feliz con lo que veía en el espejo, simplemente estaba cómoda.
Por más de 5 años nunca llegó a importarme que mi sistema inmune fuera súper débil (me resfriaba mínimo 3 veces al año), que pasara cansada y tuviera que tomar pastillas para el dolor de cabeza varías veces a la semana. Tenía dificultades para concentrarme, me faltaba la energía y por más horas que durmiera siempre sentía que no había sido suficiente . No me importaba sufrir de estreñimiento la mayor parte del tiempo, ni que lo que comiera muchas veces me generara distensión abdominal y gases ,en ese momento parecía que era el precio que tenía que pagar para llevar a mi cuerpo al lugar que yo quería.
Me tomó mucho tiempo sanar mi relación con la comida y mi cuerpo, pero aprendí a celebrarlo y amarlo, y esto ha sido lo más retador, liberador y lo más lindo que he hecho por mí, no solo porque me permitió reconocer mi valor como persona más allá del cuerpo que habito, sino porque pude aprender a escucharlo, entender sus señales y darle lo que necesita para nutrirlo y sanarlo, en términos de alimentación y estilo de vida.
Mi camino no ha sido sencillo, sino más bien como una montaña rusa , la diferencia es que desde que pongo mi salud física, emocional, mental, espiritual etc de primero, y «Me Quiero Saludable» se convirtió en mi filosofía de vida, ese lugar de genuino amor propio, he podido cuidar de mi cuerpo, de mis emociones, de mis pensamientos, de mis acciones, de mis relaciones, y de quien soy.
Así nació este espacio, su nombre me invita a reflexionar todos los días si mis decisiones de alimentación y estilo de vida vienen desde el miedo, la comparación y la autocrítica o desde el amor propio. Estoy decidida a compartir mi mensaje con la esperanza de ayudar a otras mujeres a descubrir su camino hacia una vida más saludable y en balance.
Gracias por estar aquí, estoy feliz de ser parte de su proceso.
Con cariño,
Fabi.